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Dado que abril es el Mes de la Tierra y el inicio de la preparación para la temporada de huracanes, es crucial comenzar a implementar salvaguardias contra los posibles estragos que los riesgos climáticos pueden causar en nuestras cadenas de suministro.
Al pensar en las tumultuosas interrupciones en la cadena de suministro experimentadas en los últimos años, es fácil señalar con el dedo los cierres de COVID-19 como la causa principal. Sin embargo, no podemos ignorar el impacto de los fenómenos meteorológicos extremos, exacerbados por el cambio climático, en las cadenas de suministro globales. De hecho, la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica informó que 2023 fue el quinto año más cálido registrado con 28 desastres meteorológicos y climáticos, lo que resultó en daños por mil millones de dólares. Desde incendios forestales e inundaciones hasta huracanes y olas de calor, estos eventos han dejado su huella, afectando no solo a las empresas sino también a la experiencia de envío en sí.
Un informe de UPS Capital reveló que el 75% de los comerciantes encuestados han informado de una mayor incidencia de paquetes dañados, vencidos o perdidos debido a fenómenos climáticos severos, lo cual es alarmante considerando la lenta crisis del cambio climático que está a punto de intensificarse en los próximos años. Posteriormente, el 92% de los comerciantes encuestados anticipan más desafíos de envío y entrega atribuibles al cambio climático durante los próximos cinco años.
Dado que abril es el Mes de la Tierra y el inicio de la preparación para la temporada de huracanes, es crucial comenzar a implementar salvaguardias contra los posibles estragos que los riesgos climáticos pueden causar en nuestras cadenas de suministro.
Protección del inventario del almacén
Los almacenes, llenos de inventarios por valor de millones de dólares, son vulnerables a riesgos relacionados con el clima, como incendios e inundaciones. La Oficina del Censo de EE. UU. estima que las existencias de inventario superaron los 2.500 millones de dólares a principios de 2024, lo que hace imperativo que las empresas se protejan contra posibles pérdidas. En áreas de alto riesgo como California y Florida, donde los desastres naturales tienden a ser más comunes, la necesidad de medidas de protección se vuelve aún más urgente. Además, es posible que muchas pólizas de seguro solo ofrezcan una cobertura limitada para el inventario en reposo, lo que deja a los comerciantes expuestos a importantes riesgos financieros en caso de una catástrofe.
Evitar retrasos en el envío
El cambio climático ha transformado el clima severo en un desafío global, lo que ha provocado cierres de puertos, rutas de carga más largas y retrasos en el último kilómetro. Por lo tanto, depender de una única línea de la cadena de suministro deja a las empresas susceptibles a las interrupciones inducidas por el clima. Por ejemplo, las sequías recientes han provocado problemas en la cadena de suministro a lo largo de importantes vías fluviales comerciales como el Canal de Panamá, provocando retrasos en los envíos en todo el mundo. La diversificación de las fuentes de suministro mitiga los riesgos y ayuda a garantizar un flujo constante de inventario incluso frente a obstáculos logísticos.
Invertir en embalajes de envío que estabilicen el clima
Los clientes ahora esperan medidas adicionales para proteger sus pedidos de problemas relacionados con el clima. Como resultado, los comerciantes deben invertir en medidas de precaución, como embalajes de envío que estabilicen el clima para proteger artículos sensibles como productos electrónicos y farmacéuticos. Desde envío exprés hasta contenedores aislados, estas soluciones protegen los paquetes de temperaturas y elementos extremos, preservando su integridad durante todo el proceso de envío.
Comprender la necesidad de un seguro de envío
Con el aumento de los desastres climáticos, es crucial que las empresas den prioridad a un seguro de envío adecuado. Al invertir en una cobertura integral como el seguro de envío InsureShield®, los comerciantes pueden minimizar las pérdidas financieras y mejorar la experiencia del cliente. La rápida resolución de los problemas de envío no solo fomenta la satisfacción del cliente sino que también refuerza la resiliencia de las empresas frente a las perturbaciones inducidas por el clima.
A medida que navegamos por las complejidades de las cadenas de suministro actuales, es imperativo reconocer y abordar los riesgos que plantean las condiciones climáticas extremas. Al implementar salvaguardias sólidas e invertir en medidas proactivas, las empresas pueden capear la tormenta y emerger más fuertes en un entorno cada vez más volátil.